martes, 20 de marzo de 2007

Ama de casa vende su sangre para mantener a su bebita y el esposo se va de parranda

*.- Fue golpeada por el marido, pero luego retira la
acusación porque le prometió que se portará bien
Oscar Treviño Jr.
El hombre con quien vive en unión libre quedó de darle dinero porque la suspendieron de su trabajo sin embargo no lo hizo y se fue de parranda, ella tuvo que vender un litro de sangre para pagar los gastos de la casa y fue agredida tan sólo porque iba con la vecina a que la consolara.
El acusado por el delito de lesiones es identificado como Eusebio Álvarez Puente, con domicilio en el callejón nueve, número 87 entre Roberto Guerra y Naciones, en la colonia Popular.
La ofendida es Rosa Isela Guillén Briones, de 27 años, obrera, originaria de Monclova, Coahuila.
La dama acompañada por su hijo de tres meses de edad, declaró en la fiscalía segunda que tiene ocho años de vivir en unión libre con Eusebio.
"Ayer como a las 11:00 horas me encontraba en mi casa con mis dos hijos, pero Eusebio estaba dormido", principia su relato
"Eusebio llegó como a las cuatro de la madrugada a la casa y estaba bien borracho, por eso lo levanté por la mañana para decirle que me llenara un bote grande de agua para lavar la ropa".
"Mientras lo llenaba me fui con la vecina, pero al ir me silbó y comenzó a reclamar que porqué andaba con las vecinas".
"Le contesté que como él si se había ido y nadie había reclamado. Al decirme que le valía madre, me pegó en el estómago y en las piernas".
"Se enfadó tanto que me rompió unas pantaletas, el despertador que acababa de comprar, así como una ventilador".
"Me dio mucho miedo que opté por salirme de la casa, mientras que amenazaba conque si lo denunciaba, al salir de la cárcel me iba a golpear".
"Cada semana que le pido dinero para los gastos de la casa y nuestros hijos me golpea y se pone como loco de rabia".
"Por eso a veces tengo que ir a vender plasma. Lo que pasa es que como me castigaron en el trabajo no tenía dinero y él prometió que iba a dar, pero no fue así".
"Lo que yo quiero es que se proceda y ya no quiero vivir con él".
El entonces agente del Ministerio Público segundo, Eduardo J. Ramírez Fernández, tomo la denuncia pero luego tuvo que reservarla porque la lesionada retiró la acusación porque “su esposo prometió portarse bien”.